Eric Clapton, 461 Ocean Boulevard (1974)
También yo llegué a aborrecer este álbum en las primeras escuchas... Éste preliminar juzgamiento -¿equivocado?- se fundamenta por lo siguiente: En los ’60 e incluso en su pasado álbum “Layla” (uno de mis grandes favoritos de todos los tiempos), este inglés había llevado el Blues (música tradicional americana, su principal influencia musical como para muchos músicos de su país de esa generación) a niveles inimaginables, impregnándole psicodelía en la era de Cream por ejemplo, pero principalmente este género -cómo decirlo- lo tocaba eléctrico disparatadamente fuertísisimo. En especial en vivo.
No en vano en Londres en aquella época habían grafittis regados por las calles que rezaban una sentencia que lo elevaba a la categoría de ser supremo: “Clapton is God”. Bien, ahora Sir Eric Clapton presentaba “461 Ocean Boulevard” que inesperadamente contaba con todo lo contrario de lo que lo había distinguido: Es un disco calmado que si se lo ponen a su madre (trato de decirlo con cariño) no va a irritarse, con seguridad se va a mover si le encuentra el ritmo a los primeros temas que constan de una diversidad palpable (incursiono inéditamente, entre otros, en el terreno del reggae al versionar I Shot the Sheriff de Bob Marley).
Además, diría que el nivel de escucha es diferente a los discos que he hecho referencia en este Blog: Lo resumo en una experiencia placentera que consta de suaves pasajes, logrados en parte al sonido de un ‘dobro’ (suena casi idéntico que una ‘Steel Guitar’) en tres temas “Gimme Strength”, “Please Be With Me” y “Let It Grow”: Temas relajantes, las dos últimas son lindas baladas compuestas por Eric.
Por otro lado, para mostrarles a sus fans que no había abandonado sus raíces musicales recobra dos temas bluseros: El infaltable de su ídolo Robert Johnson (“Steady Rollin’ Man”, me llama la atención el sonido de la guitarra en el ´solo´) y el otro de Elmore James (“I Can’t Hold Out”). El resto es una mezcolanza de música ‘country’ y otras cosas atractivas en cada nueva escucha.
Es importante decir que este fue el primer trabajo que ´Slowhand´ (así también se conoce a Clapton) grabo libre de la heroina que lo mantuvo inactivo los primeros años de esta década, luego de internarse en un centro de rehabilitación (gracias a Pete Townshend, guitarrista de The Who). En cuanto se recupero de este vicio se hospedo en Miami y el título del álbum sería el nombre de la calle en donde estaban ubicadas estos estudios de grabación. Todo ello debio conrribuir a este producto de índole sosegada.
El gusto por este nuevo estilo marcaría el resto de su carrera y desde entonces para complacer a sus fans que ansiaban al Clapton ‘endemoniado’ de sus primeros años de éxito, tocaría sólo en directo algunos chispazos de su repertorio pasado. También fue a partir de este trabajo que Clapton se rodearía de buenos músicos que si bien, no tienen el reconocimiento de sus ex compañeros de banda de los ‘60 como Ginger Baker, Jack Bruce, Duane Allman, entre otros, sí realzaron sus producciones como en este disco. Fin.
Información complementaria sobre este disco en la apreciación del excelente crítico Alberto Manzano, director de la Web El Almacen del Rock.
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PD4: He vuelto a retomar dos discos de Led Zeppelin (los que leyeron el anterior post saben de la razon de mencionarlo ahora): el “IV” y “Houses of the Holy”; por otro lado, una nueva banda que estoy conociendo por estos días es “Love” con su disco “Da Capo”.