lunes, 24 de septiembre de 2007

Eric Clapton, 461 Ocean Boulevard (1974)

Injustamente tildado, cuando apenas salió a la venta, con opiniones nada alentadoras -al igual que ha sucedido con otros discos ¡de por Dios!!-, a medida del paso del tiempo sus menos preciados críticos tuvieron que tragarse sus palabras iniciales, a tal punto que hoy lo consideran ‘primordial’ dentro de la basta discografía de este guitarrista ilustre que ha dado el Blues y el Rock.

También yo llegué a aborrecer este álbum en las primeras escuchas... Éste preliminar juzgamiento -¿equivocado?- se fundamenta por lo siguiente: En los ’60 e incluso en su pasado álbum “Layla” (uno de mis grandes favoritos de todos los tiempos), este inglés había llevado el Blues (música tradicional americana, su principal influencia musical como para muchos músicos de su país de esa generación) a niveles inimaginables, impregnándole psicodelía en la era de Cream por ejemplo, pero principalmente este género -cómo decirlo- lo tocaba eléctrico disparatadamente fuertísisimo. En especial en vivo.
No en vano en Londres en aquella época habían grafittis regados por las calles que rezaban una sentencia que lo elevaba a la categoría de ser supremo: “Clapton is God”. Bien, ahora Sir Eric Clapton presentaba “461 Ocean Boulevard” que inesperadamente contaba con todo lo contrario de lo que lo había distinguido: Es un disco calmado que si se lo ponen a su madre (trato de decirlo con cariño) no va a irritarse, con seguridad se va a mover si le encuentra el ritmo a los primeros temas que constan de una diversidad palpable (incursiono inéditamente, entre otros, en el terreno del reggae al versionar I Shot the Sheriff de Bob Marley).

Además, diría que el nivel de escucha es diferente a los discos que he hecho referencia en este Blog: Lo resumo en una experiencia placentera que consta de suaves pasajes, logrados en parte al sonido de un ‘dobro’ (suena casi idéntico que una ‘Steel Guitar’) en tres temas “Gimme Strength”, “Please Be With Me” y “Let It Grow”: Temas relajantes, las dos últimas son lindas baladas compuestas por Eric.

Por otro lado, para mostrarles a sus fans que no había abandonado sus raíces musicales recobra dos temas bluseros: El infaltable de su ídolo Robert Johnson (“Steady Rollin’ Man”, me llama la atención el sonido de la guitarra en el ´solo´) y el otro de Elmore James (“I Can’t Hold Out”). El resto es una mezcolanza de música ‘country’ y otras cosas atractivas en cada nueva escucha.

Al final de varios temas se alcanza a notar lo bien que la estaban pasando en su grabación. La edición de lujo, que salió en su 30 aniversario, incluye material extra de esas sesiones (´jammings´) y parte de la promoción del disco que recoge -lo mejor supongo- de dos de sus presentaciones de esa gira. ¿Sería loco decir que el final de ´Let It Grow´ se asemeja al de "I Want you She´s So Heavy", genialidad de Paul/Lennon como todo el disco "Abbey road" de los Beatles??

Es importante decir que este fue el primer trabajo que ´Slowhand´ (así también se conoce a Clapton) grabo libre de la heroina que lo mantuvo inactivo los primeros años de esta década, luego de internarse en un centro de rehabilitación (gracias a Pete Townshend, guitarrista de The Who). En cuanto se recupero de este vicio se hospedo en Miami y el título del álbum sería el nombre de la calle en donde estaban ubicadas estos estudios de grabación. Todo ello debio conrribuir a este producto de índole sosegada.

El gusto por este nuevo estilo marcaría el resto de su carrera y desde entonces para complacer a sus fans que ansiaban al Clapton ‘endemoniado’ de sus primeros años de éxito, tocaría sólo en directo algunos chispazos de su repertorio pasado. También fue a partir de este trabajo que Clapton se rodearía de buenos músicos que si bien, no tienen el reconocimiento de sus ex compañeros de banda de los ‘60 como Ginger Baker, Jack Bruce, Duane Allman, entre otros, sí realzaron sus producciones como en este disco. Fin.


Información complementaria sobre este disco en la apreciación del excelente crítico Alberto Manzano, director de la Web El Almacen del Rock.


PD1: Supongo que fue por estos años, lo escuche en una emisora tropical hace unos años, que ‘Slowhand’ mezcló su guitarra con un importante representante de la música ‘salsa’. Seguramente algo parecido a lo hecho por Santana a finales de los sesenta.

PD2: Si no lo ha hecho, lo invito a votar arriba en la columna de la izquierda sobre qué le parece este Blog. NO TARDA UN MINUTO DE SU TIEMPO.

PD4: He vuelto a retomar dos discos de Led Zeppelin (los que leyeron el anterior post saben de la razon de mencionarlo ahora): el “IV” y “Houses of the Holy”; por otro lado, una nueva banda que estoy conociendo por estos días es “Love” con su disco “Da Capo”.

domingo, 9 de septiembre de 2007

CONCIERTOS QUE MARCARON LOS SETENTA (TERCERA PARTE)

LED ZEPPELIN, “THE SONG REMAINS THE SAME” (1973)

El ostentoso talento de Jimmy Page con la guitarra, tanto eléctrica como acústica, se propagaba a pasos gigantes desde que constituyo esta formación de ensueño a finales de los sesenta. Led Zeppelin de su mano había producido cinco álbumes que impulsaron su fama mundial como ninguna otra en ese momento -hey, todavía!-. Celebrado en el Madison Square Garden de New York, éste fue el único material oficial en vivo puesto al público mientras estuvieron activos.

Es grato hacer por estos días un post sobre una de las bandas de Rock más importantes de todos los tiempos, debido a que han vuelto a encabezar las portadas de los medios de música: Ante todo se conoció de un único reencuentro que se llevara a cabo en Londres, después de varias décadas, en aras de apoyar una causa benéfica; por otro lado, se lanzarán dos nuevas publicaciones con la novedad en uno de ellos de ofrecer material inédito de su presentación de la que estamos haciendo referencia, incluyendo uno de mis temas favoritos de la banda, The Ocean.

El vídeo de arriba es un homenaje a este mítico cuarteto que quiero compartirles: ofrece imágenes de ellos acompañadas, como estimulante sonoro, de la canción original “The Song Remains The Same”, también una de mis favoritas de ellos, con la que abre su quinto álbum “Houses of The Holy”. Este documental, habrán notado, se titula de la misma manera que la canción; como se puede ‘ver’ su propósito, aparte de su puesta escénica, consiste en mostrar los roles de cada uno de los miembros fuera de la banda y capturar el momento de los cuatro músicos antes, durante y después del concierto.

Pasemos ahora sí al concierto. Una simpática descripción de lo que nos encontramos aquí.... Recomiendo ese Blog; hablando en serio mi opinión:

Son tantos aplastantes hits que compusieron, no igual puedo decir de sus álbumes a excepción de los dos primeros, por esta razón y porque además no me satisfacen totalmente (no sé qué es.. ¿Su estilo a veces?..) no están entre mis 10 grupos favoritos, en un Top 20 sí seguro: Aunque en el tercer disco me parece que salen bien librados en su intromisión en el terreno del folk, así sea que a algunos les parezca el más flojo; el IV en cambio, con la admiración que la mayoría le da a este disco, PERDÓNENME DE VERAS SI NO HE SABIDO APRECIAR ESTE DISCO, pero para mí esta muy sobrevalorado y sólo rescato sus tres temas más conocidos: Blag Dog, Rock &Roll y Stairway to Heaven (clásico); y en “Houses of The Holy” las tres primeras me fascinan junto con “The Ocean”, el resto del disco menos que más...

Y hay voy con la discografía del grupo, siguiendo cronológicamente sus trabajos, llegando a este concierto que en su tiempo fue lanzado tres años después de su realización. Pues todos los aplastantes temas de sus cinco primeros trabajos están aquí y en realidad no sé si me arrepienta de haber visto este concierto después de conocer sus primeros trabajos, porque la desenvoltura en particular de Jimmy Page en el escenario con su instrumento es bestial, su guitarra eléctrica suena mejor aunque por momentos se queda corta como en el solo de Stairway To Heaven y allí uno si puede notar los arreglos que tiene este tema en estudio, ademas que no se apoya en otro guitarrista como si hace por ejemplo Jeff Beck. Como consecuencia le toca hacerlo todo: Guitarra rítmica, ‘solos’, aquí pierde un poco de encanto la música si se le compara con sus trabajos de estudio (Black Dog fue elegida hace poco por especialistas como la mejor cancion de guitarras de la historia...). Reitero, no obstante, el sonido de su guitarra pienso que suena mejor en vivo.

"The Rain Song" de la película


Bonham consolida ser uno de los mejores bateristas del mundo (para muchos el mejor, debe ser que no han escuchado a Keith Moon de The Who sobre la tarima ...) sonando sólido, fuerte, a causa de su inusitada agilidad para tocar las partes de su instrumento. A Jonh Paul Jones se le ve en su doble faceta como músico intercalando su bajo por los teclados. Debo decir que en “No Quarter”, en donde Jones se roba al comienzo del tema el protagonismo de Page, es un tema que no me termina de convencer, aunque en esta versión en vivo Page suena mejor que la versión de estudio y prolonga su ‘solo’ en la segunda mitad y sobre el final del tema. Y la voz de Robert Plant, el frontman, no me parece que este quemada como se lo he escuchado a más de uno que conoce también este concierto.

Led Zeppelin en vivo se prestaba, como se puede ver en esta película, para que Page y Plant experimentarán con sus instrumentos sacando reverberaciones de su instrumento, jugando con los efectos que eso produce. Page también confirma los rumores de que esos sonidos raros de su guitarra en el primer disco son ciertos, tocando en el medio de “Dazed and Confused” su guitarra con el arco de un violín y seguidamente se lanza un ‘solo’ extremadamente largo y excitante que anima a la gente a aplaudir en su final, esta es la parte central de todo el recital de la noche.


"Since I've Been Loving You", ese ´RIFF´ de Page de entrada es demasiado pasado

Queda por decir, para no seguir hablando tanta carreta, que en la penúltima canción el show se lo lleva Bohnam en “Moby Dick”, sólo que aquí la versión que había presentado para el segundo disco la prolonga por catorce minutos. Como particularidad de este ‘solo’, Bonzo toca con la palma de sus manos unas congas antes de retomar con las baquetas los demás elementos de percusión.

Como pueden leer he disfrutado mucho este concierto, sin embargo los temas acústicos que nos presentan en sus trabajos de estudio no están, incluso Stairway To Heaven fue tocada todo el tiempo con una Gibson eléctrica de doble mástil. Según me han comentado, en otra época como la grabada en su concierto How The West Was Won, estaban en mejor forma, habrá tiempo después para eso.


PD: ¿A qué horas me metí en esto de los Blogs?